jueves, 15 de enero de 2015

A mí sólo me gusta rockstarear

Soy Sandra y soy adicta a los rockstars.

Rokstaromana. Rockstarfilina, ay qué feo suena eso. ¿Rockstarmaniaca se escucha mejor? Sepa. Pero me gusta la fama. Todos tenemos vicios. El mío son los caballeritos de escenario. Esos a los que les prende saber que tienen un montón de viejas suspirando por ellos. Me caga. Ya sé. Soy del montón.

Pero a mí no me gusta nomás suspirar por ellos. Los quiero en mi cama. Suspirando por mí. Siendo mis groupies. ¿Qué? Seguramente lo son. Por cinco minutos si quieres. Por diez o veinte. Lo que les dure la erección. Pero lo son. Se les nota en la mirada. Se les nota en la eyaculación. Se les nota que me rockstarean cuando yo ocupo el escenario. El escenario en el que me convierto cuando me les pongo encima. Ay, deberían de verlos. El escenario soy yo.

Son a toda madre, además. Se ponen ansiositos. Se les ponen los ojitos en blanco. Y al final otra cosa también se les pone blanca. Se mueven bien pinche bonito. Se vuelven uno con la música. Nos volvemos bien música los dos.

No. Mi filia llega hasta ahí. Nada de que seamos más de dos. Nada de que tres. Ni el anal. Ni sus cosas extracurriculares. Nada de rarismos. El pedo es vaginal. Y nada más soy yo. Soy bien pinche centralista, ya lo sé. Soy tu Distrito Federal. Tu Torre Eiffel. Tu Casa Blanca. Tu mera Habana, soy yo.

Y vieras que soy bien pinche emancipada. Nada de ser territorio colonizado. Nada de que un zorro domesticado. Namás dependo de su fama. Un ratito. No tienen más. No se los pido. Aprendí a no pedírselos. Y si me lo quitan, lloro. ¿Pues qué? Tengo corazón. Y seguro encontraré otro mejor. O bueno, otro. Otro y ya. Con que sea otro, ya.

Y lo más chistoso es que sí. Salen. Quién sabe de dónde pero ahí tán. Son muchos. Me encanta rockstarearlos. Y a ellos les encanta que los rockstaree. Ni te hagas, seguro también rockstareas. Yo rockstareo, tú rockstereas, todos rockstareamos. Mi gata me rockstarea cuando le doy de comer. Ellos me rockstarean cuando me dan de beber.

El pedo es cuando el concierto se acaba.

La fantasía se acaba.

Las ganas se me acaban.

Así es rockstarear cuando hay tantos rockstar para agasajar.

Se les acaba el veinte.

Ojalá dejara yo de rockstarear y se me diera por Luismiguelear, Marcoantoniosolisear, Joansebastiannear, Josejoséar, vamos hasta Juangabrielear. Porque esos son verdaderos rockstars. No muchachitos que se las dan de muy acá. De muy miamorear. De muy vanidosear. De muy hastaelfondosear.

No. Yo no soy groupie. A mí sólo me gusta rockstarear.

No hay comentarios:

Publicar un comentario